viernes, 26 de diciembre de 2008

Aprende con ejercicios a prolongar, retrasar y aumentar tus orgasmos



Los ejercicios de Kegel o ejercicios de contracción del músculo pubocoxígeo sirven para fortalecer los músculos pélvicos. También están recomendados para evitar dolencias comunes como la incontinencia urinaria o también para facilitar el parto. En el campo sexual son los ejercicios que hay que practicar para obtener buenos resultados a la hora de conseguir mayor placer sexual.

Reciben este nombre por el Doctor Arnold Kegel, quien desarrolló estos ejercicios para sus pacientes en la década de 1940 como método para control de la incontinencia urinaria. Su artículo fue publicado en 1948. Kegel recomendaba que todas las jovencitas pusieran en práctica cuanto antes la tabla de su invención, para así evitar futuros problemas de pérdidas de orina, sobre todo en el parto, posparto, menopausia y tercera edad.

Los ejercicios de Kegel se idearon al principio como un proceso para controlar la incontinencia urinaria de la mujer tras el parto. Hoy día se recomiendan a la mujer que sufre incontinencia urinaria por estrés, al hombre que padece incontinencia urinaria después de cirugía de próstata y personas que sufren de incontinencia fecal. El propósito de realizar los ejercicios es fortalecer los músculos de la zona pélvica y mejorar la función del esfínter uretral o rectal. El éxito de los ejercicios de Kegel dependen de la práctica apropiada de la técnica y un disciplinario cumplimiento del programa de ejercicios.

Algunas personas no localizan con facilidad los músculos pélvicos. Hay que practicar con frecuencia para aprender a contraer los músculos adecuados.

Uno de los métodos se basa en sentarse en el sanitario y empezar a orinar. Tiene que tratar de retener el flujo de orina contrayendo los músculos del piso pélvico. Practicando varias veces la persona puede llegar a conocer el grupo correcto de músculos que hace la contracción. No deben contraerse los músculos del abdomen, caderas o nalgas mientras hace este ejercicio.

La práctica de la interrupción del chorro de orina, SÓLO debe utilizarse para localizar los músculos y NO como ejercicios ya altera el reflejo normal de la micción y podría inducir a una alteración de este mecanismo o a dejar residuo de orina en la vejiga a finalizar la micción.

Si se aprende a realizar los ejercicios antes de dilatar su vagina, puede observar que la dilatación resulta más fácil. Esto ocurre porque sabe cuándo están los músculos pélvicos tensos y cuando relajados. Antes de insertar su dedo o cualquier objeto en su vagina, debe tensar-relajar sus músculos. Le hará conocer cuáles son los músculos, y le asegura que estén relajados. Una vez que pueda introducir la punta del dedo en la vagina ya puede practicar a apretarlo con los músculos. Notará que es más fácil mover el dedo con los músculos relajados.

Otro método para identificar los músculos consiste en introducir un dedo en el recto (para pueden fortalecer estos músculos es usando un cono vaginal (dispositivo con peso que se inserta en la vagina). Una vez dentro deben tratar de mantener el dispositivo contrayendo los músculos del piso pélvico.

Un porcentaje importante (más del 40%) de los pacientes no logra localizar correctamente los músculos del piso pélvico y en lugar de contraer muchas veces pujan, lo que pude incluso agravar un problema de incontinencia o prolapso.

Aquellos que no estén seguros de estar haciéndolo bien, pueden usar
biorretroalimentación (es un método de reforzamiento positivo) y estimulación eléctrica para identificar el grupo de músculos a trabajar. Se sitúan electrodos en el abdomen y a lo largo de la zona anal. Algunos expertos ponen un sensor en el ano (para los hombres) o en la vagina para monitorizar la contracción de los músculos. En el monitor se puede observar por un gráfico cuáles son los músculos que se contraen y los que están en reposo. El especialista puede ayudar a identificar los músculos para la ejecución correcta de los ejercicios de Kegel.

La estimulación eléctrica se realiza usando corriente eléctrica de bajo voltaje que estimula el grupo correcto de músculos. La corriente se aplica utilizando una sonda anal o vaginal. Esta terapia puede hacerse en el centro especializado o en la propia casa. Son sesiones de 20 minutos de duración y se realizan cada 1 ó 4 días. Según los estudios realizados, han resultado prometedores para el tratamiento de incontinencia con ganas.

Las técnica conductuales o control de hábitos de ingesta líquida y micción, orientación en deporte apropiados para no agravar los problemas también son parte importante del tratamiento.

Este conjunto de técnicas se conocen como reeducación Pelviperineal o del piso pélvico y deben ser aplicados por un kinesiólogo o fisioterapeuta especializado .

Como efecto secundario de estos ejercicios, tanto los hombres como las mujeres experimentaron un notable aumento del placer y del control de sus entrepiernas en el transcurso de sus relaciones sexuales. Acababa de nacer la aplicación sexológica de los ejercicios de Kegel que, a partir de entonces, sería recomendada por todos los especialistas en la materia: gracias a ellos, tanto hombres como mujeres aprendieron a prolongar, retrasar y aumentar sus orgasmos de forma considerable.

El músculo pubocoxígeo o músculo PC es un músculo pélvico ubicado en el perineo, y tiene como finalidad la consumación del orgasmo tanto en machos como en hembras. En el caso de los caballeros, este músculo es el que produce el "bombeo" cuando se eyacula, así que si se entrena se pueden solucionar problemas como la eyaculación precoz. En cuanto a las mujeres, ejercitando el músculo PC no sólo son capaces de aumentar su lubricación y la intensidad de sus orgasmos, sino también de dar más placer al hombre, contrayendo las paredes vaginales para estimular el pene, dándole al caballero la sensación de que la vagina es mucho más pequeña o de que está viva y ágil como una diestra mano masturbatoria.

Pasos para la ejecución correcta de los ejercicios del piso pélvico

1. Se vacía la vejiga.
2. Contrae los músculos de la vagina durante tres segundos y relaja. Repetir 10 veces.
3. Contrae y relaja lo más rápido que se pueda. Repetir 25 veces.
4. Imagina que sujetas algo con tu vagina, mantén esta posición durante 3 segundos y relaja. Repetir 10 veces.
5. Imagina que lanzas un objeto con tu vagina, mantén la posición durante 3 segundos y relaja. Repetir 10 veces.
6. Imagina que acaricias un objeto con tu vagina como una madre a un niño, mantén la posición durante 3 segundos y relaja. Repetir 10 veces.

Estos ejercicios hay que realizarlos tres veces al día.

Modo de realizar los ejercicios para iniciadas:

1. Tumbada en el suelo con las rodillas dobladas y las plantas de los pies cara a cara.
2. Se mantienen los músculos del estómago y de la vagina en posición relajada.
3. Se trata de imaginar mentalmente las paredes interiores de la vagina e intentar acercarlas contrayendo los músculos.
4. No se debe flexionar los músculos del estómago ni presionar los glúteos.
5. Contrae lentamente contando hasta diez.
6. Se mantienen los músculos contraídos con la vagina cerrada contando hasta diez.
7. Continuar la contracción, contando hasta diez.
8. Relajar contando hasta diez y volver a empezar.

El ejercicio debe hacerse durante diez minutos.

Si se quiere saber si están realizándose bien los ejercicios, después de unos cuantos días haciéndolos, coloca un dedo o dos entre los músculos de la vagina y contrae, debe notar que la vagina comienza a estrecharse.

Se pueden realizar en cualquier momento y lugar. Gran parte del público prefiere hacerlos acostado o sentado en una silla. Tras un plazo de 4 a 6 semanas se debe advertir una mejoría. En algún caso pueden transcurrir hasta 3 meses para notar cambios. Cuanto más se practique más eficaces son los ejercicios en los músculos.

Durante la ejecución de los ejercicios no deben sentir molestias ni en el abdomen ni en la espalda, si esto sucede es que se están realizando de forma incorrecta los ejercicios. Hay quien contiene la respiración o aprieta el t´rax mientras contrae los músculos del piso pélvico, no es recomendable, lo correcto es que se relaje y se concentre en lo máximo en los músculos del piso pélvico.


Ejercicios de Kegel para una satisfactoria relación sexual

Una vagina sana es la que es fuerte y flexible al mismo tiempo. Además de dilatar y estirar los músculos de la zona pélvica y vaginal, también deben fortalecerse... La vagina de una virgen es tensa porque tiene los músculos atrofiados, pero no porque sean fuertes. Si estos músculos no se fortalecen al ser estirados, puede que no desarrollen nunca la capacidad de agarrar cosas insertadas. El no fortalecerlos hace que disminuya el roce entre las paredes vaginales y todo lo que se inserte entre ellas, puede tener como consecuencia que una penetración vaginal no sea tan satisfactoria como podría llegar a ser para los dos miembros de la pareja.

La mujer joven debe aprender y habituarse a llevar a buen fin los ejercicios de Kegel. Cuando se acostumbra a hacerlo mientras orina y se haya aprendido a reconocer si los músculos están tensos y relajados, puede empezar a practicar cuando no esté orinando, durante el horario de clase, o en el lugar de trabajo, o mientras conduce un auto o va en bicicleta, también mientras habla por teléfono o mira la televisión.

Poder relajar sus músculos será muy útil cuando una pareja inserte su(s) dedo(s) o pene, también cuando un especialista necesite inspeccionar con sus dedos o una herramienta durante un examen ginecológico. Mantener estos músculos pélvicos fuertes puede aumentar la intensidad del orgasmo.

Debido a que los músculos vaginales de la mujer no están directamente controlados, hay cierta dificultad para controlarlos y desarrollarlos. La mejor manera para prepararlos para mantener una relación sexual es usándolos. Para ello debe insertarse algo en la vagina para que lo agarre. La primera forma de relajarlos es relajando totalmente el cuerpo, una vez que está relajada la mujer y la vagina vacía, probablemente todos sus músculos vaginales lo estén también. Una vez se encuentre en estado absoluto de relajación, para comprobar se puede insertar un dedo en la vagina, debe sentir la vagina, notar que atraviesa sus músculos y la toca por dentro. Las paredes vaginales no son lisas, se componen de muchos pliegues pequeños o arrugas, porque deben poder ajustarse al pasaje de la cabeza de un bebé.


Motivos por los que se pueden atrofiar los músculos vaginales

Falta de entrenamiento
Embarazo y posterior parto
Por edad
Por sobrepeso
Infección Urinaria Crónica

Otras consideraciones

Los hombres también pueden practicar los ejercicios Kegel en el campo sexual, lo que consiguen es controlar o retrasar su eyaculación, en especial para la mejoría de la eyaculación precoz. Además son muy útiles en el manejo de la incontinencia urinaria secundaria a la cirugía de próstata
También sirven de ayuda para aumentar la auto-conciencia de la mujer.

Ejercicios para hombres

-Para localizar el músculos PC, puedes interrumpir levemente durante unos segundos el chorro de orina: cuando meas y, de pronto, paras voluntariamente, estás activando el citado músculo. Pero, ojo, puede ser perjudicial tomar este ejercicio como costumbre: sólo debe hacerse al principio para sentir bien la ubicación de los músculos y aprender a moverlos. Además así, de paso, vacías la vejiga para que no haya sustos durante los ejercicios.

-Puedes hacer los ejercicios Kegel en pie o sentado en una silla, como te sea más cómodo.

-En seco, tienes que hacer el mismo movimiento que haces cuando meas, como abriendo y cerrando el "meato urinario" (orificio de la uretra), cortando y soltando un chorro imaginario de orina. Aguanta tres segundos y relájalo otros tres, repitiendo la operación unas 10 veces, 4 veces al día, 4 días a la semana.

-Según vayan pasando los días, aumenta el tiempo de la contracción, hasta llegar a 30 segundos en cada una, y a 25 repeticiones.

-Ahora (no te asustes) centra tu atención en el culo. Mueve los músculos del esfínter, como si fueras a defecar y luego relájalos, defeca, relaja, defeca, relaja, defeca (tres segundos) y relaja (otros tres). Así hasta diez veces, que irán aumentando con el paso de los días.

-Sigue centrado en el esfínter y piensa en atrapar y soltar algo (como un supositorio) con él. Atrapa y suelta, atrapa y suelta, atrapa (tres segundos) y suelta (otros tres) hasta diez repeticiones.

-Los ejercicios Kegel pueden completarse con la técnica "Parar y continuar" inventada por el urólogo James Semans, de la Duke University, en 1956, cuyo objetivo es prolongar el mecanismo reflejo neuromuscular de la eyaculación. Consiste en provocar una erección al pene y masturbarlo (solo o con ayuda) para, en el momento que se acerca la eyaculación, parar en seco y contenerla.

-Una variante de esta técnica de Semans, no recomendada por todos los sexólogos, consiste en tomar con los dedos el glande (el pulgar sobre el frenillo; el índice y corazón sobre el orificio de la uretra) y ejercer una presión de tres o cuatro segundos hasta que desaparezcan las ganas de eyacular. Puede que se pierda la erección, pero resulta una forma de entrenar la zona. Este ejercicio (con o sin presión) se repite tres o cuatro veces durante el coito o la "paja" y sólo en la última se deja salir el semen. Al final, el hombre no sólo ganará minutos de duración coital, sino que podrá hacer las pausas mentalmente, prolongando así la duración de sus prácticas sexuales.

-Con estos ejercicios, conseguirás dominar tus esfínteres y aumentar el flujo de sangre en tu pene, lo cual te dará erecciones más potentes y duraderas, cosa que te hará buena falta si tu pareja ha entrenado su vagina con el método Kegel para exprimirte. No temas: aguantarás como un jabato y disfrutaréis de una vida sexual plena y multiorgásmica.

jueves, 25 de diciembre de 2008

El tercer orgasmo global


Donna y Paul, cofundadores de la organización pacifista Baring Witness celebraron este solsticio de invierno cumpliendo su propuesta " haciendo el amor ". Ellos habían convocado por tercer año consecutivo a todas las personas del mundo a copular durante o en el lapso de las dos horas, que marcaban el solsticio de invierno en el hemisferio norte y verano para el hemisferio sur.

Las razones de esta convocatoria son lograr un cambio positivo en el campo energético de la Tierra, mediante el mayor aporte posible de energía biológica, mental y espiritual, producto de este llamado
Orgasmo Global.

martes, 9 de diciembre de 2008

Lesbianas pasándola súper

Mira este video como se divierten este par de lesbianas teniendo una sesión de sexo oral incluyendo el beso negro y penetrándose manualmente y con juguetes.

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Video de sexo anal



Este video es muy guarro, verás a una mujer haciéndole una felación a un hombre, luego este le hace sexo anal, en ciertos momentos retira su pene del ano y se lo da a mamar y vuelve a introducirlo. Después dos hombres se alternan para seguir follando por el ano a la mujer y por último mientras que un hombre le hace sexo anal, dos mujeres estimulan a la que recibe sexo, una por los senos y la otra lamiendo su clítoris, cuando el hombre se retira del ano de la mujer para eyacular su semen va cayendo en la boca y rostro de la que estimulaba el clítoris y luego procede a chuparlo, uniéndose la mujer que estimulaba por arriba.

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Dos buenas fotos de calendario

Esta foto forma parte del calendario de Lavazza 2009 y corresponde a los meses septiembre-octubre.Lavazza, escogió a la más carnal de sus modelos Annie Leibovitz, la desnudó y la utilizó como aderezo fundamental para un apetitoso platazo de espaguetis, a degustar sobre una mesa de madera en el marco incomparable de la Toscana.



En esta foto corresponde a los meses noviembre - diciembre; también vemos a Annie Leibovitz rindiendo homenaje al cine italiano y a Fellini en particular, inspirándose en la escena de La dolce vita que transformó a la Fontana di Trevi en un icono universal.

viernes, 5 de diciembre de 2008

Tres videos para escoger



Tres videos de sexo para que veas según tu gusto:
Sexo hétero


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Sexo Lésbico


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Sexo gay


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Evalúa tu nivel de satisfacción sexual




¿ Quieres saber que tan alto es tu grado de satisfacción sexual ?. Acá tienes un pequeño test diseñado por una sexóloga brasileña Carmita Abdo, del Instituto Psiquiátrico de la Universidad de Sao Paulo.

Esta prueba consta de 10 preguntas y es una prueba diseñada sólo para personas de sexo masculino; la prueba ha generado polémica y no todos están complacidos con ella.

Para desarrollar el cuestionario debes hacerlo pensando cómo han sido tus relacioens sexuales en los últimos 6 meses.


La inteligencia sexual en diez respuestas

Las preguntas del test para medir el coeficiente sexual son las siguientes:
( Evalúa tu respuesta de 0 a 10 )


· ¿Es su libido suficientemente alta para animarle a iniciar la relación sexual?

· ¿Siente que sus poderes de seducción son suficientes para hacerle sentir seguro de si mismo durante el coito?

· ¿Le parece que los juegos preliminares son satisfactorios y placenteros para usted y su pareja?

· ¿Se ve afectado su rendimiento sexual por la capacidad de su pareja para alcanzar el orgasmo?

· ¿Puede mantener la erección lo suficiente para completar el coito y alcanzar el orgasmo?

· ¿Después de la estimulación, es su erección suficientemente firme para permitir la relación sexual y alcanzar el clímax?

· ¿Es usted capaz de mantener una erección consistente?

· ¿Es capaz de controlar la eyaculación de manera que el coito dure tanto como usted desee?

· ¿Puede alcanzar usted el orgasmo?

· ¿Su actividad sexual es tan satisfactoria que le anima a mantener relaciones más a menudo?


*******************


Resultados: Han de sumarse 10 puntos por cada respuesta positiva y 0 por cada negativa. No obstante, el encuestado debe ser sincero y oscilar entre 0 y 10 para estimar su verdadero coeficiente. Por ejemplo, si sólo alcanza el orgasmo “la mitad de las veces” que mantiene relaciones sexuales, reducirá la puntuación de la pregunta correspondiente a 5, para aproximarla más a su realidad.


- Entre los 80 y 100 puntos, los encuestados disfrutan una vida sexual plena.

- Por debajo de los 80 puntos, están aquellos que suelen gozar de su sexualidad, pero no siempre, o tienen áreas que aún pueden pulir.

- Entre los 40 y 60 puntos, se encuadra lo que el test define como 'vida sexual tibia', o lo que es lo mismo: "Me preocupa que mi nivel de placer podría mejorar mucho".

- Si se suman entre 20 y 40 puntos, el resultado es 'decepcionante', y se aplica a quienes admiten que apenas logran satisfacción sexual.

- En el nivel de la 'frustracción', por debajo de 20 puntos, están quienes necesitan ayuda para poder disfrutar de su vida sexual.


Mide bien tu coeficiente sexual y discute los resultados con tu pareja, teniendo siempre en cuenta las sabias palabras del profesor Baigorri: “Un buen amante no es quien tiene el pene más grande o quien alcanza más orgasmos, sino quien tiene la capacidad de entender y asumir las necesidades de los placeres propios y ajenos".

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Kamasutra lésbico



Ingresa a esta página vas a tener información, imágenes, videos de lo que llaman el Kamasutra lésbico

Succionadores



El succionador no suele ser tan promocionado como otro tipo de juguetes eróticos: vibradores, dildos, vaginas etc. Su apariencia es más de un aparato de laboratorio que un juguete erótico y no atrae sin embargo, hay pocas cosas más placenteras para las zonas erógenas que estos artefactos capaces de chupar lo que se les ponga por delante.


Los succionadores más populares son, sin duda, los de pene, que se inventaron y empezaron a comercializarse a principios del siglo XX. Gracias a su apoteósico éxito, pronto se desarrollaron nuevos prototipos para la vagina, el clítoris o los pezones. En la actualidad existen succionadores de muchos tipos, pero todos funcionan de la misma forma: aplicados en la zona del cuerpo elegida, la estimulan haciendo un efecto de vacío mediante la succión.


Podríamos hacer una clasificación con cuatro tipos fundamentales de succionadores: el "squezee ball", que funciona accionando una pera como la que usan los médicos para tomar la tensión. El "plunger", que se usa como un inflador de ruedas de bicicleta. El "hand grip", que chupetea de forma manual. Y, por último, el "electric pump", que va a pilas o con corriente y permite regular la velocidad con un interruptor y disfrutar sin casi usar las manos.


Los succionadores para el pene, que en inglés se llaman " Penis Pumps ", son usados por multitud de hombres para masturbarse y también para conseguir potentes erecciones y preparar su miembro viril para la cópula, ya que el vacío hace que la sangre se concentre en el pene y éste se convierta en una roca.


Según dicen los fabricantes de Penis Pumps, estos aparatos son eficaces en un 99% de los casos, siempre que se utilicen adecuadamente. Algunos están dotados con un regulador de múltiples velocidades y unos labios de látex en la base: los que lo han probado dicen que la sensación es muy parecida a una felación humana bien hecha.


Existe una amplia gama de succionadores de pene en el mercado, fabricados en materiales como plástico o cristal, de diferentes precios. Algunos de ellos, más orientados a la masturbación, tienen vibrador incorporado, otros simplemente succionan, que no es poco.


Sin embargo, los médicos y sexólogos advierten que no se debe abusar de los succionadores: un uso excesivo puede romper capilares y venas del pene y causar daños irreversibles en el mismo. El juguete debe ser utilizado con cautela, poco a poco, y durante un tiempo no superior a los 20 minutos… o atenerse a las consecuencias.




En cuanto a los succionadores vaginales la variedad es menor, ya que por regla general las mujeres prefieren estimuladores de clítoris o vibradores con forma fálica.


El succionador con pera manual, succiona la vagina tan bien como el más experto amante, llevando a su dueña más allá de las fronteras del multiorgasmo y aumentando el tamaño, la lubricación y la sensibilidad de la vulva, que acaba convertida en una cosa roja e inflamada.


Amén de decenas de succionadores de variopintas formas y distintos tamaños para la vagina, hay pumps para las tetas (que funcionan básicamente como los del pene, aumentando el tamaño y el placer a la vez), para los pezones, para el ombligo, para el clítoris, para las nalgas e incluso para la lengua.



Incluso han surgido híbridos que mezclan distintas funciones en un sólo artefacto, el cuál "penetra como un hombre, chupa como una mujer y vibra como un consolador". Tres funciones distintas para un succionador verdadero y definitivo, sólo para mujeres que anden buscando nuevas y extraordinarias sensaciones.


Los fans de los succionadores tienen todo un subgénero pornográfico consagrado a su peculiar obsesión, con cientos de productoras de fotografías y películas, revistas y webs dedicada a divulgar y fomentar el uso y abuso de los succionadores femeninos, que son probados por sus modelos ante las cámaras. "Un conejito succionado se pone todo mojado" es su lema.


Esto de los succionadores es una auténtica dimensión paralela en la que las zonas erógenas, siempre hiperexcitadas, alteradas y fundidas con los pumpers, se transforman en auténticas máquinas de placer al servicio de la nueva carne.


martes, 2 de diciembre de 2008

Cómo chupar bien un pene





Relación (del latín fellare, “chupar”). Es la práctica sexual basada en agarrar un pene, metérselo en la boca y chuparlo hasta que eyacule (o no). También sabemos que ayer fue una práctica “de culto” y que hoy ya está "democratizada", extendida entre homo, bi, pan y heterosexuales, en todas las capas de la sociedad y en todos los países del mundo.


Más allá del “francés”, nombre aún le dan a la felación en los burdeles más sibaritas, la estimulación bucal del pene tiene cientos de sinónimos, que van desde los anglosajones “head” o “blow job” hasta el argentino “lustrar el pelado”, pasando por el españolísimo “mamada” (también usado en otros países hispanoparlantes), el portoriqueño “cabecear” o el mexicano “bajarse por los chescos”.


Pero… ¿de dónde viene la felación? ¿Cuál es su historia? ¿Además del hombre y de la libélula, qué animales la practican? ¿Dónde está prohibida? ¿Cómo se hace bien? ¿Provoca, como dicen por ahí, cáncer de boca? Son preguntas que intentaremos responder en las próximas líneas, sin pelos (púbicos) en la lengua.



Históricamente, resulta difícil estimar cuándo nació la felación. Teniendo en cuenta que los bononos (o chimpancés pigmeos) la practican de toda la vida, podemos aventurarnos a afirmar que el hombre (y la mujer) "comía pollas" mucho antes de ser hombre (y mujer), aunque no se han encontrado pinturas rupestres de felaciones.


Lo que sí sabemos es que el milenario Kama Sutra sí recoge decenas de posturas centradas en la felación, si bien su importancia era relativa: Vatsyayana, su autor, no consideraba la “unión sexual con la boca” como la quintaesencia del amor sagrado, pero sí una guarrería que tenía su función en la sexualidad, aunque en aquellos tiempos fuera practicada sobre todo por los amos con sus eunucos, chavales disfrazados de mujeres que bañaban a sus amos y luego les propinaban ocho tipos diferentes de mamadas.


Ligada en varias especies de animales a la homosexualidad, los arqueólogos descubrieron imágenes de sexo oral pintadas y talladas en baños públicos romanos donde merodeaban protochaperos, muy a pesar de que estas prácticas estaban terminantemente prohibidas.


Las meretrices de Fenicia y del antiguo Egipto dominaban perfectamente el arte de la felación, no en vano fueron las primeras en usar lápices de labios, cuya función era llamar la atención de sus clientes sobre su principal herramienta de trabajo para estos menesteres. Incluso la mismísima Cleopatra fue una felatriz consumada, y según sus enemigos ordeñaba los penes de sus soldados para beber su semen y así conservar su juventud.


En los burdeles más convencionales sólo se hace la "felación de puta" habitual en la era del SIDA: con condón, muy mecánica y casi sin usar la boca (lo hace todo con la mano), aunque pagando bastante más dinero puedes escoger entre otros tres tipos de francés: el bebido (con eyaculación en el interior de la boca), el profundo (o Garganta profunda, en clara referencia al clásico del cine X, que consiste en engullir el pene entero como hacía Linda Lovelace en la citada película) y el natural (sin condón).


Pero en Shangai, la nueva Meca del vicio, ya hay hoteles de lujo que ofrecen la carta Seven textures, para que el cliente escoja entre siete tipos de felación, a saber: al té (en la que se alterna té helado con té caliente para estimular el pene), al eucalipto, con burbujas de champagne o cualquier otra bebida carbonatada, con agua casi hirviendo, con hielo picado, con batido o la traca final con Peta Zetas, que asegura un fantástico orgasmo lleno de grumos y chasquidos.

Chupar el pene a un hombre es uno de los más puros placeres en la vida, pero muchas mujeres no aprecian lo divertido que puede ser y es que no saben cómo hacerlo.


Deslízate entre sus piernas y abre su bragueta, busca y palpa su pene, si está caliente para ti, ya estará dura, si es tímido, puede tenerla aún doblada en sus calzoncillos. Agarrada su pene, sube a su cara y bésale. Observa si puedes sentir una respuesta abajo. Cualquier movimiento es una buen signo. Si el miembro se pone tieso es un buen signo, sino sácalo todo, agárrale los testículos con la mano izquierda y el pene con la derecha, apriétala poco a poco hacia abajo en dirección a la base del mango y disponte a chupar.


Recorre tu lengua sobre tus labios para tenerlos listos y húmedos y míralo a la cara, él quiere mirar como le chupas; a los hombres les gusta mirar. Ahora abre tu boca ligeramente para atormentarlo y excitarlo y acércate a su pene, respira en él, sóplale con tu aliento caliente. Saca tu lengua de nuevo y tócale, atorméntalo.


Asegurándote que tu lengua está goteante de humedad, comienza en la base de su mango y lame hacia arriba, lentamente. Gira tu cabeza de lado y simula morderle, suavemente colocando tus dientes en su carne.


Humedécelo de nuevo con tu lengua y usa tu mano para esparcir el líquido alrededor si es necesario. Tu izquierda entretanto está tocando sus testículos, quizás arañándolos ligeramente con tus uñas. Puedes también querer buscar debajo y detrás de las pelotas para encontrar ese área tan sensitiva justo antes del ano, o incluso pasar tus dedos sobre su agujero muy levemente. Ya que el músculo que causa la erección comienza ahí atrás, esto producirá una reacción en su pene.


Después que hayas lamido su mango un montón de veces y está todo húmedo y duro, él comenzará a retorcerse con frustración si no comienzas a tomarlo en serio. Una rápida mirada a su cara te hará saber cuando estás llevando las cosas demasiado lejos. Atormentar es bueno... hasta un punto. Un poco de experiencia chupando penes te enseñará cuando se ha alcanzado este punto. En uno de tus balanceos hacia arriba con su lengua, desde la base de su mástil al borde de su capullo, no te detengas.


Continúa tu larga, húmeda lamida sobre la punta del pene, insistiendo en el agujero del centro. Mantén tu lengua en él, si puedes, pero no chupes su cabeza aún.


Ahora recorre con tu lengua el borde de su capullo, por todo el contorno, haciendo frecuentes pases por la piel tierna encarada hacia ti. Aquí es donde la mayoría de los hombres son más sensibles. ¡Pero no todos los hombres! pregúntale cómo se siente, si le gusta lo que le haces.


Estruja el mango y mira si brota un líquido claro. Si lo hace, baña tu lengua en él y espárcelo. Se extenderá contigo y parecerá fantásticamente erótico a tu compañero. Ahora, muestra como te gusta la sustancia.


Acércate a la cabeza del pene como si fuese un helado de crema de chocolate y mete todo el capullo en tu boca caliente. Mantenlo allí.


Escúchale gemir. Ahora baja rápidamente y mételo dentro de tu boca tanto como pueda caber dentro. No temas, no te ahogarás. Si doblas tu cuello de la manera correcta, puedes meterla limpiamente en tu garganta.


Permanece así, con el pene dentro de tu boca, durante un momento. Siéntelo dentro tuyo. Deslízalo hacia atrás hasta el extremo y chasquea tu lengua contra él. No lo dejes profundizar más en tu garganta, si lo hiciera, se correría en dos minutos.


Moviéndote tan rápido como el pueda aguantar (no le dejes correrse aún), deslízate arriba y abajo por su pene como si estuvieras follándolo. Si está muy cerca de correrse, para, o al menos frena. Si no puedes introducirla hasta el final, puedes engañarlo un poco usando tu mano derecha para completar la sensación de tragártela a fondo. Parecerá como si la hubieses metido por completo en tu boca y hasta lo sentirá igual. Puedes también deslizar tus dedos, moviéndolos en forma de O alrededor de su mango, arriba y abajo con el ritmo de su chupada.


Hay mamadas profundas y pequeñas y ambas sientan condenadamente bien. tomando tan sólo el glande en tu boca, mámalo como si fuera un pezón, esto le sienta bien al hombre. La otra mamada es larga, profunda, en la que tomas el pene completo y la chupas todo el tiempo hacia arriba como si fueras un aspirador y después abajo y lo haces de nuevo, chupando hacia abajo también.


Aquí hay una cosa importante que saber: Cualquiera de estos movimientos sentirán bien las primeras pocas veces o más, pero tras un rato, es como si el pene se vuelve inmune al sentimiento. Cuando notes esto, es el momento de cambiar al siguiente juego. No querrás que el pene se vaya a dormir. Lo quieres constantemente estimulado, casi, pero sin llegar, al punto del orgasmo.


Que es justamente donde estamos ahora. Tienes una furiosa erección en tu mano derecha y unas pelotas algo tensas en tu izquierda. Échate atrás y obsérvalo, lleva tu mano derecha a la base del pene y aprieta allí. Esto provocará que el mango se llene y espese, y ahora el glande estará brillante y suave. Continúa manteniendo el pene en tu
boca y chupa y prueba todos tus movimientos variados hasta que sepas que el hombre no puede soportar más y va a dispararse.


Lo que hagas ahora es entre tú y tu amante, puedes observar el disparo. y ve la leche fluir a borbotones. Si quieres mirar, lo sentirás venir con tu mano derecha y sabrás cuando apartarte. Puedes incluso intentar coger algo con tu lengua si eres rápida. Puedes querer tragarlo, algunas lo hacen, y a montones de chicos les gusta que se lo traguen. Ten cuidado de retroceder un poco cuando estalle o si no te atragantarás. Cógelo en tu boca, mantenlo allí y después lo tragas.


Otra solución, salvo que estés haciendo el amor donde no puedas ensuciar, es dejar los tibios, maravillosos jugos derramarse en tu boca y entonces deslizarlos alrededor de la ya húmeda pija. La hace tan escurridiza y deliciosa de tocar! Querrás recorrerla con tus manos, sintiendo el pene duro hacia arriba y esparce la reluciente leche sobre el capullo. Esto también crea una estupenda imagen sensual, para ti y para él.

Cómo comerte una vagina



Una queja general de las mujeres es que "Todos los hombres saben meterla pero muy pocos te llevan al séptimo cielo usando su lengua".

Según dicen, las lesbianas lo comen algo mejor: ellas también tienen vagina y saben cómo funciona.

Acá unas instrucciones, válidas para devoradores de vaginas tanto sean hombres como mujeres, practícala y tu amante te dirá cuán diferente fue esta vez.


Lo primero que hay que hacer antes de empezar a chupar es ganarse al resto del cuerpo de la dueña de la vagina. Una mujer no es como un hombre, no se puede ir directamente al grano, hay que acariciar toda su anatomía, mimarla, darle mucha coba y, cuando por fin se llega a la vagina, decirle lo bonita que es y mostrar mediante gestos y exclamaciones cómo la deseas.


-Antes de nada, coloca a la chica en una postura cómoda, mejor boca arriba o sentada en una cama o sofá mullido, tumbada, rodeada de cojines, que se sienta la reina. Entonces, ya puedes abrirla de piernas y empezar a piropear su conejito y decirle lo bien que huele y lo maravilloso que es. Aunque sea verdad. Hasta las más deslumbrantes top models tienen ahí su talón de Aquiles y suelen albergar dudas sobre la estética de sus labios mayores y menores.


-Mientras acaricias suavemente sus muslos y su vulva, sigue hablando de su entrepierna, de lo suavita que está y de lo caliente que te está poniendo. Ella se irá derritiendo poco a poco con tus palabras y tocamientos. Trabaja bien su ombligo, su vientre y la hipersensible parte interna de sus muslos; manoséala, bésala, lámela, escribe su nombre con la punta de la lengua. Lame también las ingles, bordea el coño pero no lo toques todavía (aún hay más). De vez en cuando, eso sí, roza un instante su vello púbico. Hazte de rogar y ella te acabará suplicando que se lo chupes.


-Efectivamente, ahora ella te ruega que se lo comas. Picotea sus labios vaginales, huélelos, dale suaves golpecitos con la lengua, acarícialos con la nariz o con los labios pero no seas fuguilla y no empieces a chupar a machamartillo; ten un poco de paciencia y prepárala bien: una vagina no es un pene y no se puede meter en la boca de buenas a primeras. Si a ella le apetece y le excita, incluso le puedes afeitar el vello púbico con mucho cuidado. El caso es ir estimulando la zona poco a poco para que se vaya mojando y excitando.


-Nota importante: si eres un hombre y no precisamente barbilampiño, aféitate o, si no, come con cuidado, sin rozar con la lija de tu cara, pedazo de animal. Un arañazo de barba de uno, dos o más días en la hipersensible piel de la vagina puede hacer bastante pupa. Ahora, si tienes barba y/o bigote poblados, te pueden servir de ayuda para estimular la zona, que puede ser "cepillada" con sumo cuidado.


-En cuanto al sexo seguro en el cunnilingus, existen profilácticos vaginales, aunque son un engorro. Así que lo mejor es que tanto la persona que da como la que recibe la felación tengan su historial clínico en regla, si no quieren intercambiar enfermedades como la gonorrea, la sífilis, la hepatitis B o el herpes, entre otras.


-Cuando el coño esté bien precalentado, ya puedes empezar a chupar los labios superiores, primero besándolos suavemente durante un rato y luego morreándolos como si fueran una boca, dándoles con la lengua pero sin penetrarlos todavía. Ahora apártalos. Ahí verás los labios inferiores, que son más sensibles y también necesitan una ración de lengua, pero más delicada. Afila la punta y tómate tu tiempo...


-Poco a poco, profundiza con tu sinhueso en la vulva o, hablando en plata, fóllala con la lengua, pero siempre con tacto y delicadeza. No olvides insistir y decirle una y otra vez lo buena que está su vagina y lo buena que está ella. Nadie se cansa de recibir flores.


-Nunca soples con fuerza en el interior de la vagina. Por una brisilla de aire no pasa nada, pero si soplas a lo bestia puede ser muy peligroso, ya que el aire podría entrar en el torrente sanguíneo y provocarle una embolia a la señora o señorita.


-El culo y el perineo también existen. De vez en cuando, no pasa nada si desvías la boca hacia esas zonas y les das su dosis de placer. Todo eso nos ayudará a llegar a nuestro objetivo: el multiorgasmo.


-Ojo: nunca toques un clítoris con la manaza seca, ya que podrían quedarse pegados y producir dolor al ser retirados: si has de tocarlo (cosa no siempre necesaria) humedécete los dedos, que la saliva es gratis.


-Chupar un clítoris es complicado porque cada uno es un mundo. Los hay más y menos grandes, más o menos sensibles y más o menos tímidos. Así que aquí tienes que pedir la colaboración de su dueña. Que abra la boca para algo más que gemir y suspirar y te diga si le gusta, dónde le gusta y cómo le gusta o, mejor, que te guíe ella misma con su manita inocente.


-Ahora que ya conoces los gustos de la dama, agárrala bien por las piernas, abriéndolas, y chupa su clítoris, juguetea con él sobre la piel que lo recubre. Aunque cada vulva es de su padre y de su madre, muchas chicas prefieren que se les aplique sobre el clítoris la (más acogedora) lengua abierta y relajada que la puntita tensa, así que prueba así a ver qué le gusta más. Cuando encuentres el punto y el ritmo ideales, tírate un buen rato comiendo clítoris, siguiendo el ritmo de su cuerpo, prestando atención a sus reacciones y orgasmos, fundiendo la cabeza con su coño. Déjate llevar por tu instinto animal y por las reacciones de tu compañera.


-Si se tercia, mientras chupas clítoris masajéala y penétrala con los dedos o con un consolador. Si lo haces con los dedos, mete uno, dos o tres, dependiendo del tamaño del coño (la mayoría piden dos). Asegúrate que se deslicen bien y haz un mete-saca con ritmo constante, pero sin dejar de chupar. Infinidad de mujeres disfrutan más con esta combinación bucodigital que con el pene más gordo del mundo. Tal vez empieces a notar las primeras contracciones orgásmicas.


-Si te apetece y le apetece, también puedes meterle un dedo en el culo muy bien lubricado. Con ciertas mujeres, es mano de santo. Entretanto, no dejes de gemir, hacer "mmmmm" y decir cuánto te gusta su entrepierna y sus aledaños.


-Nota importante: no dejes de chupar, ni abandones el ritmo, hasta que ella te lo pida. Muchas mujeres se quedan a medias porque la cabeza que tienen entre las piernas se cansa o se aburre de chupar. Tu insiste y sigue lamiendo, disfruta del acto, bucea bien y no pares, sigue, sigue...


-Ahora que estáis los dos a cien puedes improvisar y hacer lo que te dicte el instinto, sobar también las tetas, retorcer a la chica, levantarla, pero siempre sin separar demasiado la boca del coñito. Sí, ya sé que se ha corrido un par de veces, pero te recuerdo que no es un hombre que se derrumba tras una eyaculación y necesita recargar pilas. Puede que una mujer quiera correrse 40 veces o tal vez tenga un multiorgasmo cuya duración aumentará si lo alargas moviendo tu lengua en la parte baja del clítoris.


-Cuando ella se quede satisfecha, exhausta, cuando caiga rendida después de un buen puñado de orgasmos, no sólo estará eternamente agradecida y enganchada a ti, sino también deseosa de complacerte en todo lo que le pidas, de devolverte todo el placer que le has dado. Aprovecha y disfruta con ella, ahora su cuerpo está relajado, lubricado y caliente. Dispuesto a todo...


-Si este profundo y húmedo artículo aún te deja con dudas, hazte con una buena guía de campo. Una de las mejores es
The ultimate guide to cunnilingus: How to go down on a woman and give her exquisite pleasure de la eminente editora, escritora y educadora sexual Violet Blue.